LAS TROMPETAS

12:08


Apóstol Sergio Enriquez / Iglesia Eben Ezer. www.ebenezer.org

Antes de iniciar con el desarrollo de este tema, es necesario que veamos algunos puntos:En un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados. (1 Corintios 15:52 SRV) Cuando se habla: en un abrir de ojo, la tradición ha dicho que es la resurrección porque están dormidos, pero en el idioma griego original, dice: en un átomo de tiempo. Otro punto es cuando dice la Biblia a la final trompeta, lo que la tradición señala es que existen 7 trompetas de las cuales se divide en 3 ¡ay!; a partir de la quinta trompeta y de igual forma se divide en pretribulación, tribulación y gran tribulación y que a la final trompeta será la resurrección y la transformación; lo cual es un buen argumento; pero no es cierto; porque en el contexto de la cita anterior y en la epístola a los Tesalonicenses, nos deja ver otras cosas con las cuales podemos sentar que los argumentos anteriores son falsos:
Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras.
(1 Tesalonicenses 4:15-18 LBLA)

Entonces es diferente a la trompeta del libro de Apocalipsis, porque ahí son trompetas de ángel. Otra cuestión es que si la trompeta es de Dios, ¿por qué dice: final trompeta? Eso diría que El mismo tuvo que haber tocado antes, otras trompetas, y nosotros de lo cual hemos estudiado que han sonado 3 trompetas, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

LA TROMPETA DEL PADRE

Y todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia. El sonido de la trompeta aumentaba más y más; Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno.
(Éxodo 19:18-19 LBLA)

LA TROMPETA DEL HIJO

Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, declara a mi pueblo su transgresión y a la casa de Jacob sus pecados. Con todo me buscan día tras día y se deleitan en conocer mis caminos, como nación que hubiera hecho justicia, y no hubiera abandonado la ley de su Dios. Me piden juicios justos, se deleitan en la cercanía de Dios.
(Isaías 58:1-2 LBLA)

Entonces la final trompeta tiene necesariamente que ser: la trompeta del Espíritu Santo.

Además de eso, tenemos que ver que hay cosas que son unidad representada en varias partes; como el bautismo, como la resurrección, como el arrebatamiento; todos son unidad pero manifestado en varias etapas, entonces cuando se habla de la final trompeta, debemos comprender que son varios sonidos los cuales ya están sonando.

Eso nos enseña que la final trompeta, se dividirá en varios toques de trompeta y nosotros somos los trompeteros de Dios:

Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
(Nehemías 4:18 LBLA)

Nehemías significa: consolador, por eso vemos con una precisión matemática, que Esdras es figura de Jesucristo y Nehemías es figura del Espíritu Santo. Esdras hace la primera parte y Nehemías la complementa. Entonces uno de los sonidos de parte del Espíritu Santo es un sonido de consolación y la pregunta en este momento es: ¿a quién le gusta ser consolado?, la respuesta es: a todos los desconsolados, el libro del profeta Isaías capítulo 61 lo muestra claramente:

El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros; para proclamar el año favorable del SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que El sea glorificado.
(Isaías 61:1-3 LBLA)

Los que lloran, son los que han sufrido; entonces eso nos enseña que en este tiempo habrá mucha Iglesia sufriente; eso nos deja fuera del movimiento religioso llamado: deje de sufrir, el cual tiene una íntima relación con los que predican de la falsa prosperidad porque ambos tienen un mismo fin. Pero entonces existen cosas que se mueven de su propio peso para que intercedamos en todo tiempo, porque la situación en el mundo es difícil y existe mucho derramamiento de lágrimas; y es aquí donde cabe la cita que dice:

"Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura.
(Oseas 2:14 NVI 1984)

Y en el libro del Cantar de los Cantares dice:

¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo del manzano te desperté; allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, allí tuvo dolores de parto, y te dio a luz.
(Cantares 8:5 LBLA)

Parecería que hubo necesidad del sufrimiento, del desierto para escuchar el sonido de la trompeta; entonces para que podamos tener un verdadero encuentro con Dios, parecería necesario el sufrimiento, porque sufriendo es cuando más fácil sube el incienso de nuestro clamor, a Dios, porque cuando estamos en tranquilidad difícilmente hay oraciones, a veces ni siquiera de agradecimiento a Dios.
Y el SEÑOR dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos. Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.
(Éxodo 3:7-10 LBLA)

Eso significa que tiene que haber un tiempo de sufrimiento, pero también estamos viviendo un tiempo de trompeta final del Espíritu Santo que nos hace renovar nuestras fuerzas como las fuerzas del búfalo y del águila. Otro de los puntos que debemos ver en la cita del libro del profeta Nehemías, es que ese toque de trompeta del Espíritu Santo nos habla de sujeción y de ser hombres de una sola cosa, como dice la Biblia; una cosa hago, no volviendo la vista en lo que queda atrás... entonces en la cita del profeta Nehemías 4:18 vemos que esa persona era de una sola cosa, era trompetero y se movía para donde se movía Nehemías, figura del Espíritu Santo, es por eso que debemos anhelar la llenura del Espíritu Santo en todo momento, no solo en la Iglesia; para que nos movamos juntamente con El.

Entonces Ezequías mandó ofrecer el holocausto sobre el altar. Cuando el holocausto comenzó, también comenzó el canto al SEÑOR con las trompetas, acompañado por los instrumentos de David, rey de Israel.
(2 Crónicas 29:27 LBLA)

El sonido de la trompeta ha entrado a la alabanza desde hace poco tiempo, pero nos ayuda a guerrear espiritualmente y conforma parte de la trompeta final, como señal de que la trompeta del Espíritu Santo está sonando.

David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del SEÑOR con aclamación y sonido de trompeta.
(2 Samuel 6:15 LBLA)

Esto significa la restauración del tabernáculo de David. Aquí David está viviendo en una especie de paréntesis de Dios y por esa razón, El le permite que se lleve el arca del pacto a su casa; también vemos que en determinado momento se puso el Efod y no le pasó nada, después se comió los panes de la mesa de la proposición los cuales nadie podía comérselos; todo eso era propio de los levitas; por lo tanto eso nos enseña que David se convirtió en un sacerdote de la tribu de Judá.

Eso también nos enseña que a nosotros nos correspondió un tiempo muy especial en el final de los tiempos; Dios tenía que poner campeones y no mediocres para que pudieran batallar. La Iglesia empezó con siervos de peso completo, siervos campeones y como en el principio; será el final, por eso es que en el final también se están levantando campeones, Dios envió una horda de campeones, los cuales somos nosotros; por eso es que no podemos quedarnos frente de un televisor entontecidos perdiendo el tiempo; necesitamos seguir avanzando porque cada día que pasa y no lo aprovechamos; el enemigo nos avanza. Nosotros vemos y vivimos cosas que los que nos antecedieron les hubiera gustado ver y vivir, pero a nosotros nos bendijeron con la gran responsabilidad de vencer al enemigo, por eso debemos ceñir los lomos de nuestro entendimiento y no desamayar.

Entonces Joab tocó la trompeta y todo el pueblo se detuvo; no persiguieron más a Israel ni continuaron peleando más.
(2 Samuel 2:28 LBLA)

Uno de los sonidos de la final trompeta es paz; para que la guerra entre hermanos cese por completo, porque nuestra lucha no es contra carne y sangre; es por eso que debemos responder al llamado del sonido de la trompeta como Dios lo desea, en este caso, demandando unidad. Llegará en momento en que lloraremos abrazados al hermano que un día nos traicionó o nosotros traicionamos como le sucedió a José, quien fue rechazado por sus hermanos y cuando cambió el tiempo, se cumplió el sueño en que ellos se inclinaron ante José, pero él en lugar de tomar venganza, los acogió con amor.

Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos. Cuando las tres compañías tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: ¡La espada del SEÑOR y de Gedeón! Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército echó a correr gritando mientras huían. Cuando tocaron las trescientas trompetas, el SEÑOR puso la espada del uno contra el otro por todo el campamento; y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta la orilla de Abel-mehola, junto a Tabat.
(Jueces 7:19-22 LBLA)

Sergio G. Enríquez O.
Apóstol

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